...a través de Bertha Dudde - 01.12.1950
BD 5011 La ayuda de Dios para ascender …. Palabra de Dios ….

Tomad la mano que se extiende amorosamente hacia vosotros y dejados guiar hacia Mí desde las profundidades.

Incluso si creéis que no necesitáis ayuda, así que tomáis Mi apoyo, porque os va a faltar la fuerza para aguantar cuando el ascenso se vuelva más difícil, y entonces necesitarais Mi ayuda. Vuestro camino en la tierra se vuelve cada vez más difícil para cada uno, y sin un suministro de fuerza desde arriba, el ascenso casi no es posible. Pero Yo quiero proporcionaros esta fuerza hacia vosotros y, por lo tanto, Yo os extiendo amorosamente Mis manos en las que podéis apoyaros si os falta la fuerza. Y cuando estáis en la oscuridad, os traigo la luz para que podáis reconocer el camino que de debéis recorrer para vuestra Salvación. Me acerco a vosotros con Mi Palabra y por esta Me revelo a vosotros por el hecho de que se es ofrecida a vosotros en horas de debilidad, en horas de angustia del alma. Entonces necesitáis Mi ayuda y obviamente Yo también lo hago ….

Siempre estoy cerca de vosotros, pero especialmente cuando estáis en necesidades, porque de lo contrario no puedo darme a conocer a vosotros más que a través de Mi ayuda que prueba Mi presencia …. a través de Mi Palabra, en la que siempre podéis creer. Sin Mi Palabra estáis en la necesidad del alma, estáis en la profundidad de la que quiero elevaros hacia Mí. Si ahora escucháis Mi Palabra, ya no estáis lejos de Mí, estáis permitiendo que estoy cerca de vosotros porque Mi Palabra soy Yo Mismo …. Entonces Me añoráis, si estáis pidiendo Mi Palabra, y como Yo no Me niego a ningún ser humano, entonces extiendo Mis manos hacia él en cuanto Me enfrento a él en la Palabra.

Cómo y en que forma la recibáis da igual, si solo la deseáis y Me dejéis hablaros. Entonces permitáis Mi presencia, Me elijéis como vuestro guía, tomáis Mi mano y por lo tanto también Mi ayuda y ya no podéis perderos, porque Conmigo y al lado Mío ya no hay hundimiento, solo un ascenso, hasta que finalmente lleguéis a vuestro destino.

Vosotros, los humanos, sois muy necesitados sin Mí, y por eso no apartéis vuestros ojos de Mí cuando Me enfrento a vosotros, escuchad Mi llamada, que es dirigida hacia vosotros, dejad que Yo os acompaño a las alturas, porque por vosotros solos sois demasiado débiles y no llegáis jamás a la meta ….

Amén